Marca un camino bonito y fácil de hacer para que te lleve dónde tú quieras.
Dicen que todos los caminos llevan a Roma… No sé dónde te va a llevar éste, pero seguro que disfrutarás del viaje saltando de hoja en hoja. Es muy fácil de hacer, toma nota:
¿Qué necesitas?
- Hojas de Ruibarbo (tantas como quieras poner en tu camino)
- Hormigón
- Agua
- Una espátula o llana
- Palillos
¡Empecemos a construir nuestros caminos de jardín!
- Empieza por planear el camino que quieres hacer y dónde vas a colocar cada paso. Excava cada agujero en forma de hoja de unos 3 centímetros de profundidad.
- Cubre cada agujero con 2 centímetros de grava y 1 centímetro de arena gruesa.
- Prepara el hormigón, añadiendo agua lentamente a la mezcla. Remueve la masa con una espátula o una llana hasta que quede una textura pastosa.
- Llena el agujero de manera uniforme con hormigón. Intenta darle forma de hoja.
- Coge la hoja de ruibarbo y colócala encima del hormigón. Presiona con fuerza para que se imprima detalladamente la marca de la hoja. Retírala.
- Si quieres mejorar la forma de las venas de la hoja, puedes hacerlo utilizando un palillo.
- Cubre cada hoja de piedra con una manta húmeda durante una semana, hasta que el hormigón se seque por completo.
¿Qué te ha parecido la idea? ¿Algún aspecto o paso a mejorar? ¡Enséñanos una foto para ver cómo te ha quedado!

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